13
Pasan sus días en prosperidad, y de repente descienden al Seol.
14
Y dicen a Dios: "¡Apártate de nosotros! No deseamos el conocimiento de tus caminos.
15
"¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos, y qué ganaríamos con rogarle?"
16
He aquí, no está en mano de ellos su prosperidad; el consejo de los impíos lejos está de mí.
17
¿Cuántas veces es apagada la lámpara de los impíos, o cae sobre ellos su calamidad? ¿Reparte Dios dolores en su ira?
18
¿Son como paja delante del viento, y como tamo que arrebata el torbellino?
19
Decís: "Dios guarda la iniquidad de un hombre para sus hijos." Que Dios le pague para que aprenda.
20
Vean sus ojos su ruina, y beba de la furia del Todopoderoso.
21
Pues ¿qué le importa la suerte de su casa después de él cuando el número de sus meses haya sido cortado?
22
¿Puede enseñarse a Dios sabiduría, siendo que El juzga a los encumbrados?
23
Uno muere en pleno vigor, estando completamente tranquilo y satisfecho;
24
sus ijares están repletos de grosura, húmeda está la médula de sus huesos,
25
mientras otro muere con alma amargada, y sin haber probado nada bueno.
26
Juntos yacen en el polvo, y los gusanos los cubren.
27
He aquí, yo conozco vuestros pensamientos, y los designios con los cuales me dañaríais.
28
Porque decís: "¿Dónde está la casa del noble, y dónde la tienda donde moraban los impíos?"
29
¿No habéis preguntado a los caminantes, y no reconocéis su testimonio?
30
Porque el impío es preservado para el día de la destrucción; ellos serán conducidos en el día de la ira.
31
¿Quién le declarará en su cara sus acciones, y quién le pagará por lo que ha hecho?
32
Mientras es llevado al sepulcro, velarán sobre su túmulo.
33
Los terrones del valle suavemente le cubrirán, y le seguirán todos los hombres, e innumerables otros irán delante de él.