7
con su mismo estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
8
Como sueño volará, y no será hallado; y se disipará como visión nocturna.
9
El ojo que le habrá visto, nunca más le vera; ni su lugar le echará más de ver.
10
Sus hijos pobres andarán rogando; y sus manos devolverán lo que él robó.
11
Sus huesos están llenos de los pecados de su juventud, y con él serán sepultados en el polvo.
12
Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua;
13
si le parecía bien, y no lo dejaba, sino que lo detenía entre su paladar;
14
su comida se mudará en sus entrañas, hiel de áspides será dentro de él.
15
Comió haciendas, mas las vomitará; de su vientre las sacará Dios.
16
Veneno de áspides chupará; lo matará lengua de víbora.
17
No verá los arroyos, las riberas de los ríos de miel y de manteca.