12
Aunque el mal sea dulce en su boca, y lo oculte bajo su lengua,
13
aunque lo desee y no lo deje ir, sino que lo retenga en su paladar,
14
con todo la comida en sus entrañas se transforma en veneno de cobras dentro de él.
15
Traga riquezas, pero las vomitará; de su vientre se las hará echar Dios.
16
Chupa veneno de cobras, lengua de víbora lo mata.
17
No mira a los arroyos, a los ríos que fluyen miel y cuajada.
18
Devuelve lo que ha ganado, no lo puede tragar; en cuanto a las riquezas de su comercio, no las puede disfrutar.
19
Pues ha oprimido y abandonado a los pobres; se ha apoderado de una casa que no construyó.
20
Porque no conoció sosiego en su interior, no retiene nada de lo que desea.
21
Nada le quedó por devorar, por eso no dura su prosperidad.
22
En la plenitud de su abundancia estará en estrechez; la mano de todo el que sufre vendrá contra él.