15
Los hogares de los malvados se quemarán por completo;
azufre ardiente llueve sobre sus casas.
16
Sus raíces se secarán
y sus ramas se marchitarán.
17
Desaparecerá de la tierra todo recuerdo de su existencia;
nadie se acordará de sus nombres.
18
Serán sacados de la luz, arrojados a las tinieblas
y expulsados del mundo.
19
No tendrán hijos ni nietos,
ni habrá sobrevivientes donde habitaban.
20
La gente del occidente se queda consternada por su destino,
y la gente del oriente está horrorizada.
21
Dirán: “Este fue el hogar de una persona malvada,
el lugar de alguien que rechazó a Dios”».