1
Mi espíritu está quebrantado, mis días extinguidos, el sepulcro está preparado para mí.
2
No hay sino escarnecedores conmigo, y mis ojos miran su provocación.
3
Coloca, pues, contigo una fianza para mí; ¿quién hay que sea mi fiador?
4
Porque has escondido su corazón del entendimiento, por tanto no los exaltarás.
5
Al que denuncie a sus amigos por una parte del botín, a sus hijos se les debilitarán los ojos.
6
Porque El me ha hecho proverbio del pueblo, y soy uno a quien los hombres escupen.