15
Yo cosí saco sobre mi piel, Y cargué mi cabeza de polvo.
16
Mi rostro está enlodado con lloro, Y mis párpados entenebrecidos:
17
A pesar de no haber iniquidad en mis manos, Y de haber sido mi oración pura.
18
¡Oh tierra! no cubras mi sangre, Y no haya lugar á mi clamor.
19
Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, Y mi testimonio en las alturas.
20
Disputadores son mis amigos: Mas á Dios destilarán mis ojos.
21
¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios, Como con su prójimo!
22
Mas los años contados vendrán, Y yo iré el camino por donde no volveré.