21
Ruidos de espanto hay en sus oídos, mientras está en paz, el destructor viene sobre él.
22
El no cree que volverá de las tinieblas, y que está destinado para la espada.
23
Vaga en busca de pan, diciendo: "¿Dónde está?" Sabe que es inminente el día de las tinieblas.
24
La ansiedad y la angustia lo aterran, lo dominan como rey dispuesto para el ataque;
25
porque él ha extendido su mano contra Dios, y se porta con soberbia contra el Todopoderoso.
26
Corre contra El con cuello erguido, con su escudo macizo;
27
porque ha cubierto su rostro de grosura, se le han hecho pliegues de grasa sobre sus lomos,
28
y ha vivido en ciudades desoladas, en casas inhabitables, destinadas a convertirse en ruinas.
29
No se enriquecerá, ni sus bienes perdurarán, ni su espiga se inclinará a tierra.
30
No escapará de las tinieblas, secará la llama sus renuevos, y por el soplo de su boca desaparecerá.
31
Que no confíe en la vanidad, engañándose a sí mismo, pues vanidad será su recompensa.