16
Y vas creciendo, cazándome como león; tornando y haciendo en mí maravillas.
17
Renovando tus plagas contra mí, y aumentando conmigo tu furor, remudándose sobre mí ejércitos.
18
¿Por qué me sacaste del vientre? Habría yo muerto, y no me vieran ojos.
19
Fuera, como si nunca hubiera sido, llevado desde el vientre a la sepultura.
20
¿No son mis días poca cosa? Cesa pues, y déjame, para que me esfuerce un poco.
21
Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;
22
tierra de oscuridad, y tenebrosa sombra de muerte, donde no hay orden, y que resplandece como la misma oscuridad.