9
Respondió Satanás al SEÑOR: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
10
¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra.
11
Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, verás si no te maldice en tu misma cara.
12
Entonces el SEÑOR dijo a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él. Y Satanás salió de la presencia del SEÑOR.
13
Y aconteció que un día en que sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor,
14
vino un mensajero a Job y dijo: Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos,
15
y los sabeos atacaron y se los llevaron. También mataron a los criados a filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.
16
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contártelo.
17
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Los caldeos formaron tres cuadrillas y atacaron los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.
18
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor,
19
y he aquí, vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y ésta cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contártelo.