12
Entonces el SEÑOR dijo a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él. Y Satanás salió de la presencia del SEÑOR.
13
Y aconteció que un día en que sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor,
14
vino un mensajero a Job y dijo: Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos,
15
y los sabeos atacaron y se los llevaron. También mataron a los criados a filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.
16
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contártelo.
17
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Los caldeos formaron tres cuadrillas y atacaron los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.
18
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor,
19
y he aquí, vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y ésta cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contártelo.
20
Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró,
21
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del SEÑOR.
22
En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios.