7
Copa de oro ha sido Babilonia en la mano del SEÑOR, que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones; se enloquecieron, por tanto, las naciones.
8
De repente cae Babilonia y se hace pedazos. Gemid por ella, traed bálsamo para su dolor; quizá se cure.
9
Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado; dejadla, y vayamos cada cual a su tierra, porque ha llegado al cielo su juicio, se ha elevado hasta las nubes.
10
El SEÑOR ha sacado a la luz nuestra justicia; venid y contemos en Sion la obra del SEÑOR nuestro Dios.
11
Afilad las flechas, llenad las aljabas; el SEÑOR ha despertado el espíritu de los reyes de Media, porque su plan contra Babilonia es destruirla; porque esta es la venganza del SEÑOR, la venganza de su templo.
12
Levantad bandera contra los muros de Babilonia; reforzad la guardia, apostad centinelas, preparad emboscadas; porque el SEÑOR ha decidido, y también ejecutará lo que habló acerca de los habitantes de Babilonia.
13
Oh, tú, que moras junto a muchas aguas, rica en tesoros, ha llegado tu fin, el término de tu codicia.
14
El SEÑOR de los ejércitos ha jurado por sí mismo: Ciertamente te llenaré de hombres como langostas, y entonarán contra ti gritos de victoria.
15
El es el que hizo la tierra con su poder, el que estableció el mundo con su sabiduría, y con su inteligencia extendió los cielos.
16
Cuando emite su voz, hay tumulto de aguas en los cielos, y hace subir las nubes desde los confines de la tierra. El produce los relámpagos para la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.
17
Toda la humanidad es necia, falta de conocimiento; se averguenza todo orfebre de sus ídolos, porque sus imágenes fundidas son engaño, y no hay aliento en ellas.
18
Vanidad son, obra ridícula; en el tiempo de su castigo perecerán.
19
No es como estas cosas la porción de Jacob; porque El es el Hacedor de todo, y de la tribu de su heredad; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre.
20
El dice: Eres mi maza, mi arma de guerra; contigo destrozaré naciones, contigo destruiré reinos,
21
contigo destrozaré el caballo y a su jinete, contigo destrozaré al carro y al que lo conduce,
22
contigo destrozaré al hombre y a la mujer, contigo destrozaré al viejo y al joven, contigo destrozaré al mancebo y a la virgen,
23
contigo destrozaré al pastor y su rebaño, contigo destrozaré al labrador y su yunta y contigo destrozaré a los gobernadores y a los magistrados.
24
Y pagaré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea todo el mal que han hecho en Sion delante de vuestros ojosdeclara el SEÑOR.
25
He aquí, yo estoy contra ti, monte destructor, que destruyes toda la tierradeclara el SEÑOR. Extenderé mi mano contra ti, te haré rodar desde las peñas y te reduciré a monte quemado.
26
Y no tomarán de ti piedra angular, ni piedra para cimientos, pues desolación eterna serásdeclara el SEÑOR.
27
Levantad señal en la tierra, tocad trompeta entre las naciones. Reunid las naciones contra ella, convocad contra ella los reinos de Ararat, Mini y Asquenaz; nombrad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.
28
Reunid a las naciones contra ella, a los reyes de Media, a sus gobernadores, a todos sus magistrados y a toda la tierra de su dominio.
29
La tierra tiembla y se retuerce, porque se cumplen los designios del SEÑOR contra Babilonia de hacer de la tierra de Babilonia una desolación, sin habitantes.
30
Han dejado de luchar los valientes de Babilonia, permanecen en las fortalezas; se han agotado sus fuerzas, se han vuelto como mujeres; han sido incendiadas sus moradas, rotos están sus cerrojos.
31
Un correo corre al encuentro de otro y un mensajero al encuentro de otro, para decirle al rey de Babilonia que su ciudad ha sido tomada de un extremo al otro;
32
también los vados han sido ocupados, y quemados a fuego los juncos, y los guerreros están aterrados.
33
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: La hija de Babilonia es como una era al tiempo de ser hollada; dentro de poco, le llegará el tiempo de la siega.
34
Me ha devorado y aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha dejado como vaso vacío, me ha tragado como un monstruo, ha llenado su estómago de mis delicias, me ha expulsado.
35
Caiga sobre Babilonia la violencia hecha a mí y a mi carne dirá la moradora de Sion. Caiga mi sangre sobre los habitantes de Caldea dirá Jerusalén.
36
Por tanto, así dice el SEÑOR: He aquí, yo defenderé tu causa, y ejecutaré tu venganza; secaré su mar y haré que se sequen sus manantiales.
37
Y Babilonia se convertirá en escombros, en guarida de chacales, en objeto de horror y de burla, sin habitantes.
38
A una como leones rugirán, gruñirán como cachorros de león.
39
Cuando entren en calor, les serviré su banquete y los embriagaré, para que se diviertan, duerman un sueño eterno y no despiertendeclara el SEÑOR.
40
Los haré bajar como corderos al matadero, como carneros y machos cabríos.
41
¡Cómo ha sido tomada Sesac , y arrebatada la gloria de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia en objeto de horror entre las naciones!
42
El mar ha subido sobre Babilonia; con la multitud de sus olas ha sido cubierta.
43
Sus ciudades se han convertido en desolación, en sequedal y yermo; una tierra en la cual nadie habita, y por la cual ningún hijo de hombre pasa.
44
Y castigaré a Bel en Babilonia, sacaré de su boca lo que se ha tragado, y no afluirán más a él las naciones. Aun la muralla de Babilonia caerá.
45
Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salve cada uno su vida del ardor de la ira del SEÑOR.
46
Y que no desmaye vuestro corazón, ni temáis al rumor que se oirá en la tierra; porque el rumor vendrá un año, y después otro rumor en otro año, y habrá violencia en la tierra con gobernante contra gobernante.
47
Por tanto, he aquí, vienen días en que castigaré a los ídolos de Babilonia; será avergonzada toda su tierra, y todos sus muertos caerán en medio de ella.