10
Escalad sus muros, y destruid; mas no hagáis consumación; quitad las almenas de sus muros, porque no son del SEÑOR.
11
Porque resueltamente se rebelaron contra mí la Casa de Israel y la Casa de Judá, dice el SEÑOR.
12
Negaron al SEÑOR, y dijeron: El no es , y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos cuchillo ni hambre;
13
antes los profetas serán como viento, y no hay en ellos palabra; así se hará a ellos.
14
Por tanto, así dijo el SEÑOR Dios de los ejércitos: Porque hablasteis esta palabra, he aquí yo pongo en tu boca mis palabras por fuego, y a este pueblo por leños, y los consumirá.
15
He aquí yo traigo sobre vosotros gente de lejos, oh Casa de Israel, dice el SEÑOR; gente robusta, gente antigua, gente cuya lengua ignorarás, y no entenderás lo que hablare.
16
Su aljaba como sepulcro abierto, todos valientes.
17
Y comerá tu mies y tu pan, que habían de comer tus hijos y tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras; y tus ciudades fuertes en que tú confías, tornará en nada a cuchillo.
18
Pero en aquellos días, dice el SEÑOR, no os acabaré del todo.
19
Y será que cuando dijereis: ¿Por qué hizo el SEÑOR Dios nuestro con nosotros todas estas cosas? Entonces les dirás: De la manera que me dejasteis a mí, y servisteis a dioses ajenos en vuestra tierra, así serviréis a extraños en tierra ajena.
20
Denunciad esto en la Casa de Jacob, y haced que esto se oiga en Judá, diciendo: