13
En las ciudades de las montañas, en las ciudades de los campos, y en las ciudades que están al Mediodía, y en tierra de Benjamín, y alrededor de Jerusalén y en las ciudades de Judá, aún pasarán ganados por las manos de quien los cuenta, dijo el SEÑOR.
14
He aquí vienen días, dijo el SEÑOR, en que yo confirmaré la Palabra buena que he hablado a la Casa de Israel y a la Casa de Judá.
15
En aquellos días y en aquel tiempo haré producir a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra.
16
En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará seguramente, y se le llamará: EL SEÑOR, justicia nuestra.
17
Porque así dijo el SEÑOR: No faltará a David varón que se siente sobre el trono de la Casa de Israel;
18
y de los sacerdotes y levitas no faltará varón de mi presencia que ofrezca holocausto, y encienda presente, y que haga sacrificio todos los días.
19
Y vino palabra del SEÑOR a Jeremías, diciendo:
20
Así dijo el SEÑOR: Si pudiereis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de manera que no haya día ni noche a su tiempo,
21
se podrá también invalidar mi Pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y con los levitas y sacerdotes, mis ministros.
22
Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la simiente de David mi siervo, y los levitas que a mí ministran.
23
Y vino Palabra del SEÑOR a Jeremías, diciendo:
24
¿No has echado de ver lo que habla este pueblo, diciendo: Dos familias que el SEÑOR escogiera ha desechado? Y han tenido en poco mi pueblo, hasta no tenerlos más por nación.
25
Así dijo el SEÑOR: Si no permaneciere mi pacto con el día y la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y de la tierra,
26
también desecharé la simiente de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su simiente quien sea Señor sobre la simiente de Abraham, de Isaac, y de Jacob. Porque haré volver su cautividad, y tendré de ellos misericordia.