33
»Y si este pueblo, o algún profeta o sacerdote, te pregunta: “¿Qué mensaje tenemos del SEÑOR?”, tú les responderás: “¿De qué mensaje hablan?” Yo los abandonaré —afirma el SEÑOR—.
34
Y si un profeta o un sacerdote, o alguien del pueblo, dice: “Este es el mensaje del SEÑOR”, yo castigaré a ese hombre y a su casa.
35
Así deberán hablarse entre amigos y hermanos: “¿Qué ha respondido el SEÑOR?”, o “¿Qué ha dicho el SEÑOR?”
36
Pero no deberán mencionar más la frase “Mensaje del SEÑOR”, porque el mensaje de cada uno será su propia palabra, ya que ustedes han distorsionado las palabras del Dios viviente, del SEÑORTodopoderoso, nuestro Dios.
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Así les dirás a los profetas: “¿Qué les ha respondido el SEÑOR? ¿Qué les ha dicho?”
38
Pero si ustedes responden: “¡Mensaje del SEÑOR!”, el SEÑOR dice: “Por cuanto ustedes han dicho: ‘¡Mensaje del SEÑOR!’, siendo que yo les había prohibido que pronunciaran esta frase,
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entonces me olvidaré de ustedes y los echaré de mi presencia, junto con la ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados.
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Y los afligiré con un oprobio eterno, con una humillación eterna que jamás será olvidada”».