4
Fué pues palabra de Jehová á mí, diciendo:
5
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta á las gentes.
6
Y yo dije: ¡Ah! ¡ah! ¡Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7
Y díjome Jehová: No digas, soy niño; porque á todo lo que te enviaré irás tú, y dirás todo lo que te mandaré.
8
No temas delante de ellos, porque contigo soy para librarte, dice Jehová.
9
Y extendió Jehová su mano, y tocó sobre mi boca; y díjome Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10
Mira que te he puesto en este día sobre gentes y sobre reinos, para arrancar y para destruir, y para arruinar y para derribar, y para edificar y para plantar.
11
Y la palabra de Jehová fué á mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Yo veo una vara de almendro.
12
Y díjome Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.
13
Y fué á mí palabra de Jehová segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Yo veo una olla que hierve; y su haz está de la parte del aquilón.
14
Y díjome Jehová: Del aquilón se soltará el mal sobre todos los moradores de la tierra.