14
No temas, gusano de Jacob, vosotros hombres de Israel; yo te ayudarédeclara el SEÑORy tu Redentor es el Santo de Israel.
15
He aquí, te he convertido en trillo nuevo, cortante, de doble filo; trillarás los montes y los harás polvo, y los collados dejarás como hojarasca.
16
Los aventarás, el viento se los llevará, y la tempestad los dispersará; pero tú te regocijarás en el SEÑOR, en el Santo de Israel te gloriarás.
17
Los afligidos y los necesitados buscan agua, pero no la hay, su lengua está reseca de sed. Yo, el SEÑOR, les responderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
18
Abriré ríos en las alturas desoladas, y manantiales en medio de los valles; transformaré el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales.
19
Pondré en los desiertos el cedro, la acacia, el mirto y el olivo; pondré en el yermo el ciprés, junto con el olmo y el boj,
20
para que vean y entiendan, consideren y comprendan a una que la mano del SEÑOR ha hecho esto, que el Santo de Israel lo ha creado.
21
Presentad vuestra causadice el SEÑOR. Exponed vuestros fuertes argumentos dice el Rey de Jacob.
22
Que expongan y nos declaren lo que ha de suceder. En cuanto a los hechos anteriores, declarad lo que fueron, para que los consideremos y sepamos su resultado, o bien, anunciadnos lo que ha de venir.
23
Declarad lo que ha de venir después, para que sepamos que vosotros sois dioses. Sí, haced algo bueno o malo, para que nos desalentemos y temamos a una.
24
He aquí, vosotros nada sois, y vuestra obra es vana; abominación es el que os escoge.