8
Cesó el regocijo de los panderos, acabóse el estruendo de los que se huelgan, paró la alegría del arpa.
9
No beberán vino con cantar: la bebida será amarga á los que la bebieren.
10
Quebrantada está la ciudad de la vanidad; toda casa se ha cerrado, porque no entre nadie.
11
Voces sobre el vino en las plazas; todo gozo su oscureció, desterróse la alegría de la tierra.
12
En la ciudad quedó soledad, y con asolamiento fué herida la puerta.
13
Porque así será en medio de la tierra, en medio de los pueblos, como aceituno sacudido, como rebuscos acabada la vendimia.
14
Estos alzarán su voz, cantarán gozosos en la grandeza de Jehová, desde la mar darán voces.
15
Glorificad por esto á Jehová en los valles: en islas de la mar sea nombrado Jehová Dios de Israel.
16
De lo postrero de la tierra oímos salmos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi flaqueza, mi flaqueza, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales.
17
Terror y sima y lazo sobre ti, oh morador de la tierra.
18
Y acontecerá que el que huirá de la voz del terror, caerá en la sima; y el que saliere de en medio de la sima, será preso del lazo: porque de lo alto se abrieron ventanas, y temblarán los fundamentos de la tierra.