4 Averguénzate, Sidón, porque habla el mar, la fortaleza del mar, diciendo: No he estado de parto, ni he dado a luz, no he educado jóvenes, ni he criado vírgenes
5 Cuando la noticia llegue a Egipto, se angustiarán por las nuevas de Tiro.
6 Pasad a Tarsis; gemid, moradores de la costa.
7 ¿Es ésta vuestra ciudad divertida cuyos días se remontan a la antiguedad, cuyos pies solían llevarla a establecerse en lugares distantes?
8 ¿Quién ha planeado esto contra Tiro, la que concedía coronas, cuyos mercaderes eran príncipes, cuyos comerciantes eran los nobles de la tierra?
9 El SEÑOR de los ejércitos lo ha planeado para abatir el orgullo de toda hermosura, para humillar a todos los nobles de la tierra.
10 Inunda tu tierra como el Nilo, hija de Tarsis, ya no hay más restricción.
11 Su mano ha extendido sobre el mar, ha hecho temblar los reinos; el SEÑOR ha dado orden respecto a Canaán para que destruyan sus fortalezas,
12 y ha dicho: No te divertirás más, virgen oprimida, hija de Sidón. Levántate, pasa a Chipre; aun allí no hallarás descanso.
13 He aquí la tierra de los caldeos. Este pueblo ya no existía; Asiria lo designó para moradores del desierto. Ellos levantaron sus torres de sitio, despojaron sus palacios y la convirtieron en ruinas.
14 Gemid, naves de Tarsis, porque ha sido destruida vuestra fortaleza
15 Y acontecerá en aquel día que Tiro será olvidada por setenta años, como los días de un rey. Al cabo de los setenta años le sucederá a Tiro como en la canción de la ramera:
16 Toma la lira, anda por la ciudad, oh ramera olvidada; tañe hábilmente las cuerdas, canta muchas canciones, para que seas recordada.
17 Y sucederá al cabo de los setenta años que el SEÑOR visitará a Tiro. Entonces ella regresará a su paga de ramera, y se prostituirá con todos los reinos sobre la faz de la tierra.
18 Y sus ganancias y su paga de ramera serán consagradas al SEÑOR; no serán almacenadas ni acumuladas, sino que su ganancia llegará a ser suficiente alimento y vestidura selecta para aquellos que habiten en la presencia del SEÑOR.

English Standard Version ESV

Isaiah 23:4 Be ashamed, O Sidon, for the sea has spoken, the stronghold of the sea, saying: "I have neither labored nor given birth, I have neither reared young men nor brought up young women."

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, porque el mar, la fortaleza del mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni di a luz, ni crié jóvenes, ni levanté vírgenes

King James Version KJV

Isaiah 23:4 Be thou ashamed, O Zidon: for the sea hath spoken, even the strength of the sea, saying, I travail not, nor bring forth children, neither do I nourish up young men, nor bring up virgins.

New King James Version NKJV

Isaiah 23:4 Be ashamed, O Sidon; For the sea has spoken, The strength of the sea, saying, "I do not labor, nor bring forth children; Neither do I rear young men, Nor bring up virgins.

Nueva Traducción Viviente NTV

Isaías 23:4 Pero ahora tú pasas vergüenza, ciudad de Sidón,
porque Tiro, la fortaleza del mar, dice:
«Ahora estoy sin hijos;
no tengo hijos ni hijas».

Nueva Versión Internacional NVI

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, fortaleza del mar,porque el mar ha dicho:«No he estado con dolores de parto ni he dado a luz;no he criado hijos ni educado hijas».

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, porque la mar, la fortaleza de la mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni parí, ni crié mancebos, ni levanté vírgenes

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Isaías 23:4 Avergüénzate, Sidón, porque el mar, la fortaleza del mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni di a luz, ni crié jóvenes, ni levanté vírgenes

Herramientas de Estudio para Isaías 23:4-18