6
Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela, que haga saber lo que viere
7
Y vio un carro de un par de caballeros, un carro de asno, y un carro de camello. Luego miró mucho más atentamente
8
Y gritó: León sobre atalaya. Señor, estoy yo continuamente todo el día, y las noches enteras sobre mi guarda
9
Y he aquí este carro de hombres viene, un par de caballeros. Después habló, y dijo: Cayó; cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra
10
Trilla mía, y pueblo de mi era, os he dicho lo que oí del SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel
11
Carga de Duma. Me dan voces: De Seir. ¿Guarda qué hay esta noche? ¿Guarda, qué hay esta noche
12
El que guarda respondió: La mañana viene, y después la noche. Si preguntareis, preguntad; volved, y venid
13
Carga sobre Arabia. En el monte tendréis la noche en Arabia, oh caminantes de Dedán
14
Salid al encuentro llevando aguas al sediento, oh moradores de tierra de Tema, socorred con su pan al que huye
15
Porque de la presencia de las espadas huyen, de la presencia de la espada desnuda, de la presencia del arco entesado, de la presencia del peso de la batalla
16
Porque así me ha dicho el SEÑOR: De aquí a un año, semejante a años de jornalero, toda la gloria de Cedar será deshecha