8
También su tierra se ha llenado de ídolos; adoran la obra de sus manos, lo que han hecho sus dedos.
9
Ha sido humillado el hombre común, y ha sido abatido el hombre de importancia; pero no los perdones.
10
Métete en la roca, y escóndete en el polvo del terror del SEÑOR y del esplendor de su majestad.
11
La mirada altiva del hombre será abatida, y humillada la soberbia de los hombres; el SEÑOR solo será exaltado en aquel día.
12
Porque el día del SEÑOR de los ejércitos vendrá contra todo el que es soberbio y altivo, contra todo el que se ha ensalzado, y será abatido.
13
Y esto será contra todos los cedros del Líbano altos y erguidos, contra todas las encinas de Basán,
14
contra todos los montes encumbrados, contra todos los collados elevados,
15
contra toda torre alta, contra toda muralla fortificada,
16
contra todas las naves de Tarsis y contra toda obra de arte preciada.
17
Será humillado el orgullo del hombre y abatida la altivez de los hombres; el SEÑOR solo será exaltado en aquel día,
18
y los ídolos desaparecerán por completo.