7 Pero el rey de Asiria no comprenderá que es mi instrumento;
su mente no funciona de esa forma.
Su plan solo consiste en destruir;
en aplastar a las naciones, una tras otra.
8 Dirá:
“Pronto cada uno de mis príncipes será un rey.
9 Hemos destruido a Calno como hicimos antes con Carquemis.
Hamat cayó ante nosotros como antes había caído Arfad,
y destruimos a Samaria como lo hicimos con Damasco.
10 Sí, hemos acabado con muchos reinos
cuyos dioses eran más grandes que los de Jerusalén y de Samaria.
11 Por eso derrotaremos a Jerusalén y a sus dioses,
tal como destruimos a Samaria con sus dioses”».
12 Después de que el Señor
haya utilizado al rey de Asiria para llevar a cabo sus propósitos en el monte Sión y en Jerusalén, se volverá contra el rey de Asiria y lo castigará, porque es soberbio y arrogante.
13 Se jacta diciendo:
«Esto lo hice con el poder de mi brazo;
lo planifiqué con mi astuta sabiduría.
Derribé las defensas de las naciones
y me llevé sus tesoros.
Como un toro, he derribado a sus reyes.
14 Les robé las riquezas a sus nidos
y me he adueñado de reinos como un campesino recoge huevos.
Nadie puede siquiera batir un ala en mi contra.
Nadie puede decir ni pío en protesta».
15 Ahora bien, ¿puede jactarse el hacha de tener un poder mayor que la persona que la usa?
¿Es la sierra mayor que la persona que corta?
¿Puede golpear una vara a menos que la mueva una mano?
¿Puede caminar solo un bastón de madera?
16 Por lo tanto, el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales,
enviará una plaga entre las orgullosas tropas de Asiria,
y un fuego ardiente consumirá su gloria.
17 El Señor
, la Luz de Israel, será un fuego;
el Santo será una llama.
Devorará con fuego los espinos y las zarzas,
y en una sola noche quemará al enemigo por completo.
18 El Señor
consumirá la gloria de Asiria
igual que un incendio consume un bosque en tierra fértil,
o una plaga a los enfermos.
19 De ese glorioso bosque, solo sobrevivirán unos cuantos árboles;
tan pocos, que un niño podrá contarlos.
20 Esperanza para el pueblo del Señor
En ese día, el remanente que quedará en Israel,
los sobrevivientes de la casa de Jacob,
ya no seguirán confiando en aliados
que buscan destruirlos.
En cambio, confiarán fielmente en el Señor
,
el Santo de Israel.
21 Un remanente regresará;
sí, el remanente de Jacob regresará al Dios Poderoso.
22 Pero aunque los hijos de Israel son tan numerosos
como la arena a la orilla del mar,
solo un remanente regresará.
El Señor
, con razón, ha decidido destruir a su pueblo.
23 Sí, el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales,
ya ha decidido destruir toda la tierra.
24 Así que esto dice el Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales: «Oh, mi pueblo de Sión, no temas a los asirios cuando te opriman con vara y con garrote como lo hicieron los egipcios hace mucho tiempo.
25 Dentro de poco se acabará mi enojo contra ustedes, y después mi ira se levantará para destruirlos a ellos».
26 El Señor
de los Ejércitos Celestiales los azotará con su látigo, como hizo cuando Gedeón venció a los madianitas en la roca de Oreb, o cuando se levantó la vara del Señor
para ahogar al ejército egipcio en el mar.
27 En ese día, el Señor
acabará con la servidumbre de su pueblo;
romperá el yugo de la esclavitud
y se lo quitará de los hombros.
28 Miren, los asirios están ahora en Ajat.
Están atravesando Migrón
y almacenando su equipo en Micmas.
29 Están cruzando el paso de montaña
y acampando en Geba.
El poblado de Ramá queda paralizado de temor
y toda la gente de Guibeá, el pueblo de Saúl,
corre para salvar su vida.
30 Griten de terror,
gente de Galim.
Grítenle una advertencia a Lais.
¡Pobre Anatot!
31 Allá va la gente de Madmena, todos huyen;
los ciudadanos de Gebim tratan de esconderse.
32 El enemigo se detiene en Nob por el resto del día;
amenaza con el puño al hermoso monte de Sión, el monte de Jerusalén.
33 ¡Pero miren! El Señor, el Señor
de los Ejércitos Celestiales,
con gran fuerza cortará al poderoso árbol de Asiria.
Echará abajo a los soberbios;
ese árbol altanero será talado.
34 Cortará con un hacha los árboles de los bosques;
el Líbano caerá ante el Poderoso.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Isaías 10:7 Pero ella no tiene tal intento, ni piensa así en su corazón, sino que su intención es destruir y exterminar no pocas naciones.

English Standard Version ESV

Isaiah 10:7 But he does not so intend, and his heart does not so think; but it is in his heart to destroy, and to cut off nations not a few;

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Isaías 10:7 Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera; mas su pensamiento será de desarraigar y cortar naciones no pocas

King James Version KJV

Isaiah 10:7 Howbeit he meaneth not so, neither doth his heart think so; but it is in his heart to destroy and cut off nations not a few.

New King James Version NKJV

Isaiah 10:7 Yet he does not mean so, Nor does his heart think so; But it is in his heart to destroy, And cut off not a few nations.

Nueva Versión Internacional NVI

Isaías 10:7 Pero esto Asiria no se lo propuso;¡ni siquiera lo pensó!Solo busca destruiry aniquilar a muchas naciones.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Isaías 10:7 Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera; sino que su pensamiento será desarraigar y cortar gentes no pocas.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Isaías 10:7 Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera; mas su pensamiento será de desarraigar y cortar naciones no pocos.

Herramientas de Estudio para Isaías 10:7-34