4
Sino se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto cesará su furor, antes todavía su mano está extendida
5
Oh Assur, vara y bastón de mi furor; en su mano he puesto mi ira
6
Le mandaré contra una gente falsa; y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa; y que lo ponga para ser hollado como lodo de las calles
7
Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera; mas su pensamiento será de desarraigar y cortar naciones no pocas
8
Porque él dirá: Mis príncipes ¿no son todos reyes
9
¿No es Calno como Carquemis; Hamat como Arfad; y Samaria como Damasco
10
Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que Jerusalén y Samaria
11
Como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos
12
Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el Monte de Sion, y en Jerusalén, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos
13
Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría; porque he sido prudente; y quité los términos de los pueblos, y saqueé sus tesoros, y derribé como valientes a los que estaban sentados
14
y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se cogen los huevos dejados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviera ala, o abriera boca y graznara