6 El, temblando y temeroso, dijo: ¿Señor, qué quieres que haga? Y el Señor le dice: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que te conviene hacer
7 Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie
8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco
9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió, ni bebió
10 Había entonces un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora
12 y ha visto en visión un varón llamado Ananías, que entra y le pone la mano encima, para que reciba la vista
13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído a muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén
14 y aun aquí tiene facultad de los príncipes de los sacerdotes de prender a todos los que invocan tu Nombre
15 Y le dijo el Señor: Ve, porque vaso escogido me es éste, para que lleve mi Nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel
16 porque yo le mostraré cuánto le conviene que padezca por mi Nombre
17 Ananías entonces fue, y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo, hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo
18 Y luego le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado
19 Y cuando comió, fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco
20 Y luego (entrando) en las sinagogas predicaba a Cristo, diciendo que éste era el Hijo de Dios
21 Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este Nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos a los príncipes de los sacerdotes
22 Pero Saulo se fortaleció más, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, comprobando que éste es el Cristo
23 Y como pasaron muchos días, los Judíos hicieron entre sí consejo de matarle
24 mas las asechanzas de ellos fueron entendidas por Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle
25 Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro metido en una canasta
26 Y cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos tenían miedo de él, no creyendo que era discípulo
27 Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo había visto al Señor en el camino, y que le había hablado, y cómo en Damasco había hablado confiadamente en el Nombre de Jesús
28 Y entraba y salía con ellos en Jerusalén
29 y hablaba confiadamente en el Nombre del Señor; y disputaba con los griegos; pero ellos procuraban matarle
30 Lo cual, cuando los hermanos entendieron, le acompañaron hasta Cesarea, y le enviaron a Tarso
31 Las Iglesias entonces tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y con consuelo del Espíritu Santo eran multiplicadas
32 Y aconteció que Pedro, visitándolos a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida
33 Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico
34 Y le dijo Pedro: Eneas, El Señor Jesús, el Cristo, te sana; levántate, y hazte tu cama. Y luego se levantó
35 Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor
36 Entonces en Jope había una discípula llamada Tabita, que si lo declaras, quiere decir Dorcas. Esta era llena de buenas obras y de limosnas {lit. actos de misericordia} que hacía
37 Y aconteció en aquellos días que enfermando, murió; a la cual, después de lavada, la pusieron en un cenadero
38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No te detengas en venir hasta nosotros
39 Pedro entonces levantándose, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron al cenadero, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas les hacía cuando estaba con ellas
40 Entonces echados fuera todos, Pedro puesto de rodillas, oró; y vuelto al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo a Pedro, se incorporó
41 Y él le dio la mano, y la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva
42 Esto fue notorio por toda Jope; y creyeron muchos en el Señor
43 Y aconteció que se quedó muchos días en Jope en casa de un cierto Simón, curtidor

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 9:6 levántate , entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

English Standard Version ESV

Acts 9:6 But rise and enter the city, and you will be told what you are to do."

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Acts 9:6 So he, trembling and astonished, said, "Lord, what do You want me to do?" Then the Lord said to him, "Arise and go into the city, and you will be told what you must do."

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 9:6 Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 9:6 Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 9:6 El, temblando y temeroso, dijo: ¿Señor, qué quieres que haga? Y el Señor le dice: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que te conviene hacer.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 9:6 El, temblando y temeroso, dijo: ¿Señor, qué quieres que haga? Y el Señor le dice : Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que te conviene hacer.

Herramientas de Estudio para Hechos 9:6-43