23
Y como pasaron muchos días, los Judíos hicieron entre sí consejo de matarle;
24
Mas las asechanzas de ellos fueron entendidas de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle.
25
Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro en una espuerta.
26
Y como vino á Jerusalem, tentaba de juntarse con los discípulos; mas todos tenían miedo de él, no creyendo que era discípulo.
27
Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo á los apóstoles, y contóles cómo había visto al Señor en el camino, y que le había hablado, y cómo en Damasco había hablado confiadamente en el nombre de Jesús.
28
Y entraba y salía con ellos en Jerusalem;
29
Y hablaba confiadamente en el nombre del Señor: y disputaba con los Griegos; mas ellos procuraban matarle.
30
Lo cual, como los hermanos entendieron, le acompañaron hasta Cesarea, y le enviaron á Tarso.
31
Las iglesias entonces tenían paz por toda Judea y Galilea y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y con consuelo del Espíritu Santo eran multiplicadas.
32
Y aconteció que Pedro, andándolos á todos, vino también á los santos que habitaban en Lydda.
33
Y halló allí á uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, que era paralítico.