46
el cual halló gracia delante de Dios, y pidió de hallar tabernáculo para el Dios de Jacob.
47
Mas Salomón le edificó casa.
48
Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como el profeta dice:
49
El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis?, Dice el Señor; ¿o cuál es el lugar de mi reposo?
50
¿No hizo mi mano todas estas cosas?
51
Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
52
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que antes anunciaron la venida del Justo, del cual vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores;
53
que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.
54
Y oyendo estas cosas, regañaban de sus corazones, y crujían los dientes contra él.
55
Más él, estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesus que estaba a la diestra de Dios,
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y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.