38
Este es el que estaba en la congregación en el desierto junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y el que recibió palabras de vida para transmitirlas a vosotros;
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al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto,
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DICIENDO A AARON: "HAZNOS DIOSES QUE VAYAN DELANTE DE NOSOTROS, PORQUE A ESTE MOISES QUE NOS SACO DE LA TIERRA DE EGIPTO, NO SABEMOS LO QUE LE HAYA PASADO."
41
En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo, y se regocijaban en las obras de sus manos.
42
Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran al ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas: ¿ACASO FUE A MI A QUIEN OFRECISTEIS VICTIMAS Y SACRIFICIOS EN EL DESIERTO POR CUARENTA AÑOS, CASA DE ISRAEL?
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TAMBIEN LLEVASTEIS EL TABERNACULO DE MOLOC, Y LA ESTRELLA DEL DIOS RENFAN, LAS IMAGENES QUE HICISTEIS PARA ADORARLAS. YO TAMBIEN OS DEPORTARE MAS ALLA DE BABILONIA.
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Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo hiciera el que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto.
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A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar posesión de las naciones que Dios arrojó de delante de nuestros padres, hasta los días de David.
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Y David halló gracia delante de Dios, y pidió el favor de hallar una morada para el Dios de Jacob.
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Pero fue Salomón quien le edificó una casa.
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Sin embargo, el Altísimo no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta: