14 Pero no mucho después dio en ella un viento repentino, que se llama Euroaquilo
15 Y siendo arrebatada de él la nave, que no podía resistir contra el viento, dejada la nave a los vientos, éramos llevados
16 Y llevados de la corriente hacia una pequeña isla que se llama Clauda, apenas pudimos ganar el esquife
17 el cual tomado, usaban de remedios, ciñendo la nave; y teniendo temor de que dieran en la Sirte, abajadas las velas, eran así llevados
18 Mas siendo atormentados de una vehemente tempestad, al siguiente día alijaron
19 y al tercer día nosotros, con nuestras manos, arrojamos las obras muertas de la nave
20 Y no apareciendo sol ni estrellas por muchos días, y viniendo una tempestad no pequeña, ya era perdida toda la esperanza de nuestra salud
21 Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no partir de Creta, y evitar este inconveniente y daño
22 Mas ahora os amonesto que tengáis buen ánimo; porque ninguna pérdida de persona habrá de vosotros, sino solamente de la nave
23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios del cual yo soy, y al cual sirvo
24 diciendo: Pablo, no temas; es necesario que seas presentado delante de César; y he aquí, Dios te ha dado a todos los que navegan contigo
25 Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho
26 con todo, es necesario que demos en una isla
27 Y venida la decimacuarta noche, y siendo llevados en el mar Adriático, los marineros a la medianoche sospecharon que estaban cerca de alguna tierra
28 y echando la sonda, hallaron veinte pasos, y pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince pasos
29 Y habiendo temor de dar en lugares escabrosos, echando cuatro anclas de la popa, deseaban que se hiciera de día
30 Entonces procurando los marineros huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentando como que querían largar las anclas de proa
31 Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no se quedan en la nave, vosotros no podéis salvaros
32 Entonces los soldados cortaron los cabos del esquife, y lo dejaron caer
33 Cuando comenzó a ser de día, Pablo exhortaba a todos que comieran, diciendo: Este es el decimocuarto día que esperáis y permanecéis en ayunas, no comiendo nada
34 Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; que ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 27:14 Pero no mucho después, desde tierra comenzó a soplar un viento huracanado que se llama Euroclidón ,

English Standard Version ESV

Acts 27:14 But soon a tempestuous wind, called the northeaster, struck down from the land.

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Acts 27:14 But not long after, a tempestuous head wind arose, called Euroclydon.

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 27:14 pero el clima cambió abruptamente, y un viento huracanado (llamado «Nororiente») sopló sobre la isla y nos empujó a mar abierto.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 27:14 Poco después se nos vino encima un viento huracanado, llamado Nordeste, que venía desde la isla.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 27:14 Mas no mucho después dió en ella un viento repentino, que se llama Euroclidón.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 27:14 Pero no mucho después dio en ella un viento repentino, que se llama Euroaquilo.

Herramientas de Estudio para Hechos 27:14-34