3
siempre y en todo lugar lo recibimos con todo hacimiento de gracias, oh excelentísimo Félix.
4
Pero por no molestarte más largamente, te ruego que nos oigas brevemente conforme a tu clemencia.
5
Porque hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones a todos los judíos por todo el mundo, y príncipe de la sediciosa secta de los nazarenos;
6
el cual también intentó violar el Templo; y prendiéndole, le quisimos juzgar conforme a nuestra ley;
7
mas interviniendo el tribuno Lisias, con gran violencia le quitó de nuestras manos,
8
mandando a sus acusadores que viniesen a ti; del cual tú mismo juzgando, podrás entender todas estas cosas de que le acusamos.
9
Y contendían también los judíos, diciendo ser así estas cosas.
10
Entonces Pablo, haciéndole el gobernador señal que hablase, respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres gobernador de esta nación, con buen ánimo satisfaré por mí.
11
Porque tú puedes entender que no hace más de doce días que subí a adorar a Jerusalén;
12
y ni me hallaron en el Templo disputando con ninguno, ni haciendo concurso de multitud, ni en sinagogas, ni en la ciudad;
13
ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan.