12
Entonces el procónsul, viendo lo que había sido hecho, creyó, maravillado de la doctrina del Señor
13
Y zarpados de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; entonces Juan, apartándose de ellos, se volvió a Jerusalén
14
Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día de sábado, se sentaron
15
Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si hay en vosotros alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad
16
Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dice: Varones israelitas, y los que teméis a Dios, oíd
17
El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y ensalzó al pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella
18
Y por tiempo como de cuarenta años soportó sus costumbres en el desierto
19
y destruyendo las siete naciones en la tierra de Canaán, les repartió por suerte la tierra de ellas
20
Y después, como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta el profeta Samuel
21
Y entonces demandaron rey; y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años
22
Y quitado aquel, les levantó por rey a David, del que dio también testimonio, diciendo: He hallado a David, hijo de Jessé, varón conforme a mi corazón, el cual hará todo lo que yo quiero
23
De la simiente de éste, Dios, conforme a la promesa, levantó a Jesús por Salvador a Israel
24
predicando Juan delante de la faz de su venida el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel
25
Mas cuando Juan cumpliera su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí, viene tras mí uno, cuyo calzado de los pies no soy digno de desatar
26
Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros temen a Dios, a vosotros es enviada esta Palabra de salud
27
Porque los que habitaban en Jerusalén, y sus príncipes, no conociendo a éste, y las voces de los profetas que se leen todos los sábados, condenándolo, las cumplieron
28
Y sin hallar en él causa de muerte, pidieron a Pilato que le matara
29
Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro
30
Mas Dios le levantó de los muertos
31
Y él fue visto por muchos días de los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales hasta ahora son sus testigos al pueblo
32
Y nosotros también os anunciamos el Evangelio de aquella promesa que fue hecha a los padres