8 Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca
9 Entonces la voz me respondió del cielo la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo ensucies tú
10 Y esto fue hecho por tres veces; y volvió todo a ser tomado arriba en el cielo
11 Y he aquí, luego sobrevinieron tres hombres a la casa donde yo estaba, enviados a mí de Cesarea
12 Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Y vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón
13 el cual nos contó cómo había visto un ángel en su casa, que se paró, y le dijo: Envía a Jope, y haz venir a un Simón que tiene por sobrenombre Pedro
14 el cual te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa
15 Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, también como sobre nosotros al principio
16 Entonces me acordé del dicho del Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua; mas vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo
17 Así que, si Dios les dio el mismo don también como a nosotros que hemos creído en el Señor Jesús el Cristo, ¿quién era yo que pudiera estorbar a Dios
18 Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida
19 Y los que habían sido esparcidos por causa de la tribulación que sobrevino en tiempo de Esteban, anduvieron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, no hablando a nadie la Palabra, sino sólo a los judíos
20 Y de ellos había unos varones ciprianos y cirenences, los cuales cuando entraron en Antioquía, hablaron a los griegos, anunciando el Evangelio del Señor Jesús
21 Y la mano del Señor era con ellos; y creyendo, gran número se convirtió al Señor
22 Y llegó la fama (de estas cosas) a oídos de la Iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuera hasta Antioquía
23 El cual, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó; y exhortó a todos a que permanecieran en su propósito del corazón en el Señor
24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe; y muchas personas fueron agregadas al Señor
25 Y partió Bernabé a Tarso a buscar a Saulo; y hallado, lo trajo a Antioquía
26 Y conversaron todo un año allí con la Iglesia, y enseñaron a mucha gente; de tal manera que los discípulos fueron llamados cristianos primeramente en Antioquía
27 Y en aquellos días descendieron de Jerusalén profetas a Antioquía
28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, señaló por el Espíritu, que había de haber una gran hambre en toda la redondez de la tierra; la cual hubo en tiempo de Claudio César

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Hechos 11:8 Pero yo dije: "De ninguna manera, Señor, porque nada impuro o inmundo ha entrado jamás en mi boca."

English Standard Version ESV

Acts 11:8 But I said, 'By no means, Lord; for nothing common or unclean has ever entered my mouth.'

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Acts 11:8 But I said, 'Not so, Lord! For nothing common or unclean has at any time entered my mouth.'

Nueva Traducción Viviente NTV

Hechos 11:8 »“No, Señor —respondí—. Jamás he comido algo que nuestras leyes judías declaren impuro o inmundo”.

Nueva Versión Internacional NVI

Hechos 11:8 Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo”.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hechos 11:8 Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común ó inmunda entró jamás en mi boca.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hechos 11:8 Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca.

Herramientas de Estudio para Hechos 11:8-28