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y aconteció que le vino una gran hambre, y quiso comer; pero mientras disponían, cayó sobre él un rapto de entendimiento
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y vio el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado del cielo a la tierra
12
En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y bestias fieras, y reptiles, y aves del cielo
13
Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come
14
Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común e inmunda he comido jamás
15
Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo ensucies
16
Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvió a ser recogido en el cielo
17
Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta
18
Y llamando, preguntaron si un Simón que tenía por sobrenombre Pedro, posaba allí
19
Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu Santo: He aquí, tres hombres te buscan
20
Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos; porque yo los he enviado