12 y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna.
13 Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne,
14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
15 Y por eso El es el mediador de un nuevo pacto , a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
16 Porque donde hay un testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador.
17 Pues un testamento es válido sólo en caso de muerte, puesto que no se pone en vigor mientras vive el testador.
18 Por tanto, ni aun el primer pacto se inauguró sin sangre.
19 Porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo,
20 diciendo: ESTA ES LA SANGRE DEL PACTO QUE DIOS OS ORDENO.
21 Y de la misma manera roció con sangre tanto el tabernáculo como todos los utensilios del ministerio.
22 Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
23 Por tanto, fue necesario que las representaciones de las cosas en los cielos fueran purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que éstos.
24 Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros,
25 y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
26 De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.
27 Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio,
28 así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.

English Standard Version ESV

Hebrews 9:12 he entered once for all into the holy places, not by means of the blood of goats and calves but by means of his own blood, thus securing an eternal redemption.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Hebreos 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención

King James Version KJV

Hebrews 9:12 Neither by the blood of goats and calves, but by his own blood he entered in once into the holy place, having obtained eternal redemption for us.

New King James Version NKJV

Hebrews 9:12 Not with the blood of goats and calves, but with His own blood He entered the Most Holy Place once for all, having obtained eternal redemption.

Nueva Traducción Viviente NTV

Hebreos 9:12 Con su propia sangre —no con la sangre de cabras ni de becerros— entró en el Lugar Santísimo una sola vez y para siempre, y aseguró nuestra redención eterna.

Nueva Versión Internacional NVI

Hebreos 9:12 entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Hebreos 9:12 Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido eterna redención.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Hebreos 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención.

Herramientas de Estudio para Hebreos 9:12-28