12
Pues traspasado el sacerdocio, necesario es que se haga también traspasamiento de la Ley
13
Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie presidió el altar
14
Porque manifiesto es que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio
15
Y aún más manifiesto es, si se levanta otro Sacerdote que sea semejante a Melquisedec
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el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino por virtud de vida indisoluble
17
porque el testimonio es de esta manera: Que tú eres Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec
18
El mandamiento precedente, cierto queda abolido por su flaqueza e inutilidad
19
porque nada perfeccionó la ley, sino la introducción de una mejor esperanza (por la cual nos acercamos a Dios.
20
Y tanto más en cuanto no es sin juramento
21
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá, que Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec
22
Tanto de mejor testamento es hecho prometedor Jesús
23
Y, los otros, cierto, fueron muchos sacerdotes en cuanto por la muerte no podían permanecer
24
mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene el sacerdocio intransferible
25
por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para rogar por ellos
26
Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos
27
Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer sacrificios primero por sus pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo UNA VEZ ofreciéndose a sí mismo
28
Porque la ley constituye sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento después de la ley, al Hijo, hecho perfecto eternalmente