16
Y éste es el testamento que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor, Daré mis leyes en sus corazones, y en sus almas las escribiré
17
y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades
18
Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado
19
Así que, hermanos, teniendo atrevimiento para entrar en el Santuario por la sangre de Jesús el Cristo
20
por el camino que él nos consagró nuevo, y vivo, por el velo, es a saber, por su carne
21
y teniendo aquel Gran Sacerdote, sobre la casa de Dios
22
lleguémonos con corazón verdadero, y con fe llena, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpi
23
retengamos firme la profesión de nuestra esperanza, que fiel es el que prometió
24
Y considerémonos los unos a los otros para provocarnos a la caridad, y a las buenas obras
25
no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca
26
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado