5
Porque ciertamente vuestra sangre que es vuestra alma, yo la demandaré; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré el alma del hombre.
6
El que derramare sangre de hombre en el hombre, su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
7
Mas vosotros fructificad, y multiplicaos; y andad en la tierra, y multiplicaos en ella.
8
Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo:
9
He aquí, que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de vosotros;
10
y con toda alma viviente que está con vosotros, en aves, en animales, y en toda bestia de la tierra que está con vosotros; desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
11
Que yo estableceré mi pacto con vosotros, que no será talada más toda carne con aguas de diluvio; y que no habrá más diluvio para destruir la tierra.
12
Y dijo Dios: Esta será la señal del pacto que yo pongo entre mí y vosotros y toda alma viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos:
13
Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de pacto entre mí y la tierra.
14
Y será, que cuando anublare sobre la tierra, entonces mi arco aparecerá en las nubes.
15
Y me acordaré de mi pacto que está entre mí y vosotros y toda alma viviente en toda carne; y no serán más las aguas por diluvio para destruir a toda carne.
16
Y estará el arco en las nubes, y lo veré para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y toda alma viviente, con toda carne que está sobre la tierra.
17
Dijo más Dios a Noé: Esta será la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne, que está sobre la tierra.
18
Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre de Canaán.
19
Estos tres son los hijos de Noé; y de ellos fue llena toda la tierra.
20
Y comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña;
21
y bebió del vino, y se embriagó, y se descubrió en medio de su tienda.
22
Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban fuera.
23
Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre los hombros de ambos, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos los rostros, que no vieron la desnudez de su padre.
24
Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven;
25
y dijo: Maldito sea Canaán; siervo de siervos será a sus hermanos.
26
Dijo más: Bendito el SEÑOR, el Dios de Sem, y sea Canaán su siervo.
27
Ensanche Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo.
28
Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.
29
Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.