5 y las aguas siguieron bajando hasta que el primer día del mes décimo pudieron verse las cimas de las montañas.
6 Después de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca que había hecho
7 y soltó un cuervo, el cual estuvo volando de un lado a otro, esperando a que se secara la tierra.
8 Luego soltó una paloma, para ver si las aguas que cubrían la tierra ya se habían retirado.
9 Pero la paloma no encontró un lugar donde posarse, y volvió al arca porque las aguas aún cubrían la tierra. Noé extendió la mano, tomó la paloma y la metió consigo en el arca.
10 Esperó siete días más y volvió a soltar la paloma fuera del arca.
11 Caía la noche cuando la paloma regresó, trayendo en su pico una ramita de olivo recién cortada. Así Noé se dio cuenta de que las aguas habían bajado hasta dejar la tierra al descubierto.
12 Esperó siete días más y volvió a soltar la paloma, pero esta vez la paloma ya no regresó.
13 Noé tenía seiscientos un años cuando las aguas se secaron. El primer día del primer mes de ese año, Noé quitó la cubierta del arca y vio que la tierra estaba seca.
14 Para el día veintisiete del segundo mes, la tierra estaba ya completamente seca.
15 Entonces Dios le dijo a Noé:
16 «Sal del arca junto con tus hijos, tu esposa y tus nueras.
17 Saca también a todos los seres vivientes que están contigo: las aves, el ganado y todos los animales que se arrastran por el suelo. ¡Que sean fecundos! ¡Que se multipliquen y llenen la tierra!»
18 Salieron, pues, del arca Noé y sus hijos, su esposa y sus nueras.
19 Salieron también todos los animales: el ganado, las aves, y todos los reptiles que se mueven sobre la tierra, cada uno según su especie.
20 Luego Noé construyó un altar al SEÑOR, y sobre ese altar ofreció como holocausto animales puros y aves puras.
21 Cuando el SEÑOR percibió el grato aroma, se dijo a sí mismo: «Aunque las intenciones del ser humano son perversas desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo.
22 »Mientras la tierra exista,habrá siembra y cosecha,frío y calor,verano e invierno,y días y noches».

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Génesis 8:5 Las aguas fueron decreciendo paulatinamente hasta el mes décimo; y el día primero del mes décimo, se vieron las cimas de los montes.

English Standard Version ESV

Genesis 8:5 And the waters continued to abate until the tenth month; in the tenth month, on the first day of the month, the tops of the mountains were seen.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Génesis 8:5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cabezas de los montes

King James Version KJV

Genesis 8:5 And the waters decreased continually until the tenth month: in the tenth month, on the first day of the month, were the tops of the mountains seen.

New King James Version NKJV

Genesis 8:5 And the waters decreased continually until the tenth month. In the tenth month, on the first day of the month, the tops of the mountains were seen.

Nueva Traducción Viviente NTV

Génesis 8:5 Dos meses y medio más tarde,
mientras las aguas seguían bajando, otras cumbres se hicieron visibles.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Génesis 8:5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo: en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Génesis 8:5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cabezas de los montes.

Herramientas de Estudio para Génesis 8:5-22