1
Dios se acordó entonces de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el arca. Hizo que soplara un fuerte viento sobre la tierra, y las aguas comenzaron a bajar.
2
Se cerraron las fuentes del mar profundo y las compuertas del cielo, y dejó de llover.
3
Poco a poco las aguas se fueron retirando de la tierra. Al cabo de ciento cincuenta días las aguas habían disminuido.
4
El día diecisiete del mes séptimo el arca se detuvo sobre las montañas de Ararat,
5
y las aguas siguieron bajando hasta que el primer día del mes décimo pudieron verse las cimas de las montañas.
6
Después de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca que había hecho
7
y soltó un cuervo, el cual estuvo volando de un lado a otro, esperando a que se secara la tierra.