3
Rubén, tú eres mi primogénito, mi poderío y el principio de mi vigor, prominente en dignidad y prominente en poder.
4
Incontrolable como el agua, no tendrás preeminencia, porque subiste a la cama de tu padre, y la profanaste: él subió a mi lecho.
5
Simeón y Leví son hermanos; sus armas instrumentos de violencia.
6
En su consejo no entre mi alma, a su asamblea no se una mi gloria, porque en su ira mataron hombres, y en su obstinación desjarretaron bueyes.
7
Maldita su ira porque es feroz; y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel.
8
A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti los hijos de tu padre.
9
Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se echa como león, o como leona, ¿quién lo despertará?
10
El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies, hasta que venga Siloh, y a él sea dada la obediencia de los pueblos.
11
El ata a la vid su pollino, y a la mejor cepa el hijo de su asna; él lava en vino sus vestiduras, y en la sangre de las uvas su manto.
12
Sus ojos están apagados por el vino, y sus dientes blancos por la leche.
13
Zabulón habitará a la orilla del mar; y él será puerto para naves, y su límite será hasta Sidón.
14
Isacar es un asno fuerte, echado entre los apriscos.
15
Al ver que el lugar de reposo era bueno y que la tierra era agradable, inclinó su hombro para cargar, y llegó a ser esclavo en trabajos forzados.
16
Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel.
17
Sea Dan serpiente junto al camino, víbora junto al sendero, que muerde los jarretes del caballo, y cae su jinete hacia atrás.
18
¡Tu salvación espero, oh Señor!
19
A Gad salteadores lo asaltarán, mas él asaltará su retaguardia.
20
En cuanto a Aser, su alimento será sustancioso, y él dará manjares de rey.
21
Neftalí es una cierva en libertad, que pronuncia palabras hermosas.
22
Rama fecunda es José, rama fecunda junto a un manantial; sus vástagos se extienden sobre el muro.
23
Los arqueros lo atacaron con furor, lo asaetearon y lo hostigaron;
24
pero su arco permaneció firme y sus brazos fueron ágiles por las manos del Poderoso de Jacob (de allí es el Pastor, la Roca de Israel),
25
por el Dios de tu padre que te ayuda, y por el Todopoderoso que te bendice con bendiciones de los cielos de arriba, bendiciones del abismo que está abajo, bendiciones de los pechos y del seno materno.