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Ordenó también al segundo y al tercero, y a todos los que iban tras las manadas, diciendo: De esta manera hablaréis a Esaú cuando lo encontréis,
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y diréis: "He aquí, tu siervo Jacob también viene detrás de nosotros." Pues dijo: Lo apaciguaré con el presente que va delante de mí. Y después veré su rostro; quizá me acepte.
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El presente pasó, pues, delante de él, y él durmió aquella noche en el campamento.
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Y aquella misma noche se levantó, y tomó a sus dos mujeres, a sus dos siervas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Jaboc.
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Los tomó y los hizo pasar el arroyo, e hizo pasar también todo lo que tenía.
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Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba.
25
Cuando vio que no había prevalecido contra Jacob, lo tocó en la coyuntura del muslo, y se dislocó la coyuntura del muslo de Jacob mientras luchaba con él.
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Entonces el hombre dijo: Suéltame porque raya el alba. Pero Jacob respondió: No te soltaré si no me bendices.
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Y él le dijo: ¿Cómo te llamas? Y él respondió: Jacob.
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Y el hombre dijo: Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel , porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido.
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Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Dame a conocer ahora tu nombre. Pero él respondió: ¿Para qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.