17
Entonces Jacob se levantó, montó a sus hijos y a sus mujeres en los camellos,
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y puso en camino todo su ganado y todas las posesiones que había acumulado, el ganado adquirido que había acumulado en Padán-aram, para ir a Isaac su padre, a la tierra de Canaán.
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Y mientras Labán había ido a trasquilar sus ovejas, Raquel robó los ídolos domésticos que eran de su padre.
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Y Jacob engañó a Labán arameo al no informarle que huía.
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Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó, cruzó el río Eufrates y se dirigió hacia la región montañosa de Galaad.
22
Y al tercer día, cuando informaron a Labán que Jacob había huido,
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tomó a sus parientes consigo y lo persiguió por siete días; y lo alcanzó en los montes de Galaad.
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Pero Dios vino a Labán arameo en sueños durante la noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob ni bien ni mal.
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Alcanzó, pues, Labán a Jacob. Y Jacob había plantado su tienda en la región montañosa, y Labán y sus parientes acamparon en los montes de Galaad.
26
Entonces Labán dijo a Jacob: ¿Qué has hecho, engañándome y llevándote a mis hijas como si fueran cautivas de guerra?
27
¿Por qué huiste en secreto y me engañaste, y no me avisaste para que yo pudiera despedirte con alegría y cantos, con panderos y liras?