10
Y Zilpa, sierva de Lea, dio a luz un hijo a Jacob.
11
Y dijo Lea: Vino la buena ventura. Y llamó su nombre Gad.
12
Y Zilpa, la sierva de Lea, dio a luz otro hijo a Jacob.
13
Y dijo Lea: Para hacerme bienaventurada; porque las mujeres me dirán bienaventurada; y llamó su nombre Aser.
14
Y fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.
15
Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.
16
Y cuando Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: A mí has de entrar, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.
17
Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob.
18
Y dijo Lea: Dios me ha dado mi salario, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar.
19
Y concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob.
20
Y dijo Lea: Dios me ha dado buena dádiva; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón.
21
Y después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina.
22
Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y abrió su matriz.
23
Y concibió, y dio a luz un hijo; y dijo: Dios ha quitado mi vergüenza;
24
y llamó su nombre José, diciendo: Añádame el SEÑOR otro hijo.
25
Y aconteció, cuando Raquel dio a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.
26
Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, porque tú sabes el servicio que te he hecho.
27
Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, he experimentado que el SEÑOR me ha bendecido por tu causa.
28
Y dijo: Señálame tu salario, que yo lo daré.
29
Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cuánto ha sido tu ganado conmigo;
30
porque poco tenías antes de mi venida , y ha crecido en multitud; y el SEÑOR te ha bendecido con mi entrada; y ahora ¿cuándo tengo de hacer yo también por mi propia casa?