6
Pero se levantaba de la tierra un vapor que regaba toda la superficie del suelo.
7
Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente.
8
Y plantó el SEÑOR Dios un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado.
9
Y el SEÑOR Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer; asimismo, en medio del huerto, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
10
Y del Edén salía un río para regar el huerto, y de allí se dividía y se convertía en otros cuatro ríos.
11
El nombre del primero es Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro.
12
El oro de aquella tierra es bueno; allí hay bedelio y ónice.
13
Y el nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea la tierra de Cus.
14
Y el nombre del tercer río es Tigris ; éste es el que corre al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates .
15
Entonces el SEÑOR Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.
16
Y ordenó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer,
17
pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.
18
Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
19
Y el SEÑOR Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría; y como el hombre llamó a cada ser viviente, ése fue su nombre.
20
Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él.
21
Entonces el SEÑOR Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar.
22
Y de la costilla que el SEÑOR Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre.
23
Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer , porque del hombre fue tomada.
24
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
25
Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.