16
Y ordenó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer,
17
pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.
18
Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
19
Y el SEÑOR Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría; y como el hombre llamó a cada ser viviente, ése fue su nombre.
20
Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él.
21
Entonces el SEÑOR Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar.
22
Y de la costilla que el SEÑOR Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre.
23
Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer , porque del hombre fue tomada.
24
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
25
Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.