21
¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si alguna ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley
22
Mas encerró la Escritura todo bajo pecado, para que la promesa fuera dada a los creyentes por la fe de Jesús, el Cristo
23
Pero antes que viniera la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta
24
De manera que la ley fue ayo nuestro para llevarnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe
25
Mas venida la fe, ya no estamos bajo la mano del ayo
26
porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús
27
Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos
28
No hay aquí judío, ni griego; no hay siervo, ni libre; no hay macho, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús
29
Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente la Simiente de Abraham sois, y conforme a la promesa, los herederos