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Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo,
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y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe,
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y conocerle a El, el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, llegando a ser como El en su muerte,
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a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos.
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No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.
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Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante,
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prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
15
Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud; y si en algo tenéis una actitud distinta, eso también os lo revelará Dios;
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sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado.
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Hermanos, sed imitadores míos, y observad a los que andan según el ejemplo que tenéis en nosotros.
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Porque muchos andan como os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo,
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cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su verguenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales.