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«Así dice el SEÑOR omnipotente: Por cuanto Moab y Seír dicen: “Judá es igual a todas las naciones”,
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voy a abrir el flanco de Moab. De un extremo a otro la dejaré sin Bet Yesimot, Baal Megón y Quiriatayin, ciudades que son su orgullo.
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Entregaré a Moab y a los amonitas en manos de los pueblos del oriente, y de los amonitas no quedará ni el recuerdo.
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Además, castigaré a Moab. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR».