1
El SEÑOR me dirigió la palabra:
2
«Hijo de hombre, encara a los amonitas y profetiza contra ellos.
3
Diles que presten atención a la palabra del SEÑOR omnipotente: “Por cuanto ustedes se burlaron cuando vieron que mi santuario era profanado, y que el país de Israel era devastado y que a los habitantes de Judá se los llevaban al exilio,
4
yo los entregaré a ustedes al poder de los pueblos del oriente. Ellos armarán sus campamentos y establecerán entre ustedes sus moradas; comerán los frutos y beberán la leche de ustedes.
5
Convertiré a Rabá en un pastizal de camellos, y a Amón en un corral de ovejas. Entonces sabrán ustedes que yo soy el SEÑOR.
6
»”Así dice el SEÑOR omnipotente: Por cuanto ustedes los amonitas aplaudieron y saltaron de alegría, y maliciosamente se rieron de Israel,
7
yo voy a extender mi mano contra ustedes y los entregaré a las naciones como despojo. Los arrancaré de entre los pueblos, y los destruiré por completo. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR”».