8 Y no dejó sus fornicaciones de Egipto, porque con ella se echaron en su juventud, y ellos comprimieron los pechos de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación
9 Por lo cual la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de los asirios, de quienes se había enamorado
10 Ellos descubrieron sus vergüenzas, tomaron sus hijos y sus hijas, y a ella mataron a espada; y vino a ser de nombre entre las mujeres, pues en ella hicieron juicios
11 Y lo vio su hermana Aholiba, y corrompió su amor más que ella; y sus fornicaciones, más que las fornicaciones de su hermana
12 Se enamoró de los hijos de los asirios, sus vecinos, capitanes y príncipes, vestidos en perfección, caballeros que andaban a caballo, todos ellos mancebos de codiciar
13 Y vi que se había contaminado, y que un camino era el de ambas
14 Y aumentó sus fornicaciones; pues cuando vio unos hombres pintados en la pared, imágenes de caldeos pintadas de color
15 ceñidos de cintos por sus lomos, y mitras pintadas en sus cabezas, teniendo todos ellos parecer de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, nacidos en tierra de caldeos
16 se enamoró de ellos viéndolos, y les envió mensajeros a la tierra de los caldeos
17 Y entraron a ella los hombres de Babilonia a la cama de los amores, y la contaminaron con su fornicación; y ella también se contaminó con ellos, y su alma se descoyuntó de ellos
18 Así hizo patentes sus fornicaciones, y descubrió sus vergüenzas; por lo cual mi alma se descoyuntó de ella, como se había ya hartado mi alma de su hermana
19 Aun multiplicó sus fornicaciones trayendo en memoria los días de su juventud, en los cuales había fornicado en la tierra de Egipto
20 Y se enamoró de sus rufianes, cuya carne es como carne de asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos
21 Así tornaste a la memoria la suciedad de tu juventud, cuando estrujaron tus pechos en Egipto por los pechos de tu mocedad
22 Por tanto, Aholiba, así dijo el Señor DIOS: He aquí que yo despierto tus amantes contra ti, de los cuales se hartó tu deseo, y yo les haré venir contra ti en derredor
23 los de Babilonia, y todos los caldeos, mayordomos, y príncipes, y capitanes, todos los de Asiria con ellos; mancebos todos ellos de codiciar, capitanes y príncipes, todos ellos; nobles y principales, que montan a caballo todos ellos
24 Y vendrán sobre ti carros, carretas, y ruedas, y multitud de pueblos. Escudos, y paveses, y capacetes pondrán contra ti en derredor; y yo daré el juicio delante de ellos, y por sus leyes te juzgarán
25 Y pondré mi celo contra ti, y obrarán contigo con furor; te quitarán tu nariz y tus orejas; y lo que te quedare caerá a espada. Ellos tomarán tus hijos y tus hijas, y tu remanente será consumido por el fuego
26 Y te desnudarán de tus vestidos, y tomarán los vasos de tu gloria
27 Y haré cesar de ti tu suciedad, y tu fornicación de la tierra de Egipto; ni más levantarás a ellos tus ojos, ni nunca más te acordarás de Egipto
28 Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que tú aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hartó tu deseo
29 los cuales obrarán contigo con odio, y tomarán todo lo que tú trabajaste, y te dejarán desnuda y descubierta; y se descubrirá la torpeza de tus fornicaciones, y tu suciedad, y tus fornicaciones
30 Estas cosas se harán contigo, porque fornicaste en pos de los gentiles, con los cuales te contaminaste con sus ídolos
31 En el camino de tu hermana anduviste; yo, pues, pondré su cáliz en tu mano
32 Así dijo el Señor DIOS: Beberás el hondo y ancho cáliz de tu hermana; de ti se mofarán los gentiles, y te escarnecerán; de gran cabida será el cáliz
33 Serás llena de embriaguez y de dolor por el cáliz de soledad y de asolamiento, por el cáliz de tu hermana Samaria
34 Lo beberás pues, y lo agotarás, y quebrarás sus tiestos; y tus pechos arrancarás; porque yo he hablado, dijo el Señor DIOS
35 Por tanto, así dijo el Señor DIOS: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado tras tus espaldas, por eso, lleva tú también tu suciedad y tus fornicaciones
36 Y me dijo el SEÑOR: Hijo de hombre, ¿no juzgarás tú a Ahola, y a Aholiba, y les denunciarás sus abominaciones
37 Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus ídolos; y aun sus hijos que me habían engendrado, hicieron pasar por el fuego a ellos, quemándolos
38 Aun esto más me hicieron; contaminaron mi Santuario en aquel día, y profanaron mis sábados

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Ezequiel 23:8 Y no abandonó sus prostituciones de Egipto; pues con ella muchos en su juventud se habían acostado, y acariciaron sus senos virginales y derramaron sobre ella su pasión.

English Standard Version ESV

Ezekiel 23:8 She did not give up her whoring that she had begun in Egypt; for in her youth men had lain with her and handled her virgin bosom and poured out their whoring lust upon her.

King James Version KJV

Ezekiel 23:8 Neither left she her whoredoms brought from Egypt: for in her youth they lay with her, and they bruised the breasts of her virginity, and poured their whoredom upon her.

New King James Version NKJV

Ezekiel 23:8 She has never given up her harlotry brought from Egypt, For in her youth they had lain with her, Pressed her virgin bosom, And poured out their immorality upon her.

Nueva Traducción Viviente NTV

Ezequiel 23:8 Cuando salió de Egipto, no abandonó la prostitución sino que continuó tan depravada como en su juventud, cuando los egipcios se acostaban con ella, le manoseaban los senos y la tenían como prostituta.

Nueva Versión Internacional NVI

Ezequiel 23:8 Jamás abandonó la prostitución que había comenzado a practicar en Egipto. Desde su juventud, fueron muchos los que se acostaron con ella; fueron muchos los que acariciaron sus pechos virginales y se apasionaron con ella.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Ezequiel 23:8 Y no dejó sus fornicaciones de Egipto: porque con ella se echaron en su mocedad, y ellos comprimieron los pechos de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Ezequiel 23:8 Y no dejó sus fornicaciones de Egipto, porque con ella se echaron en su juventud, y ellos comprimieron los pechos de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación.

Herramientas de Estudio para Ezequiel 23:8-38