1
Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo:
2
Hijo de hombre, pon tu rostro contra Jerusalén, y derrama palabra sobre los santuarios, y profetiza sobre la tierra de Israel;
3
y dirás a la tierra de Israel: Así dijo el SEÑOR: He aquí, que yo estoy contra ti, y sacaré mi cuchillo de su vaina, y talaré de ti al justo y al impío.
4
Y por cuanto talaré de ti al justo y al impío, por tanto, mi cuchillo saldrá de su vaina contra toda carne, desde el mediodía hasta el aquilón:
5
y sabrá toda carne que yo, el SEÑOR, saqué mi cuchillo de su vaina; no lo envainaré más.
6
Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos, y con amargura; gime delante de los ojos de ellos.