1
Vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
2
Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Jerusalén y habla contra los santuarios, profetiza contra la tierra de Israel,
3
y di a la tierra de Israel: "Así dice el SEÑOR: "He aquí, estoy contra ti; sacaré mi espada de la vaina y cortaré de ti al justo y al impío.
4
'Puesto que he de cortar de ti al justo y al impío, por tanto mi espada saldrá de la vaina contra toda carne desde el sur hasta el norte.
5
'Así sabrá toda carne que yo, el SEÑOR, he sacado mi espada de la vaina. No volverá más a su vaina.'"
6
Y tú, hijo de hombre, gime con corazón quebrantado; con amargura gemirás a la vista de ellos.
7
Y cuando te digan: "¿Por qué gimes?", dirás: "Por la noticia que viene, todo corazón desfallecerá, toda mano se debilitará, todo espíritu se apagará y toda rodilla flaqueará. He aquí, viene y sucederá"declara el Señor DIOS.
8
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
9
Hijo de hombre, profetiza, y di: "Así dice el SEÑOR." Di: "Espada, espada afilada y también pulida.
10
"Para la matanza ha sido afilada, para brillar como el rayo ha sido pulida." ¿Acaso hemos de alegrarnos, cuando el cetro de mi hijo desprecia toda vara?